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Entre seres no siendo
y mi voz que dialoga transitoria,
se quiebran las esquinas del destino.
No fluyen los lugares
porque ando hacia adentro,
como brújula rota ya de norte cansada,
como un arredrotiempo de Unamuno.
Por lo demás requiebro los silencios.
El rumbo de la vida
me exige equilibrar las piruetas
que surgen y se abrazan repentinas
al ritmo de los vivos
para eludir al miedo, al del ánima ausente,
a la gente que pasa,
a los mismos de siempre que caminan conmigo
contemplando los sueños con los ojos abiertos.
Entre los otros,
con las luces mordidas por la espera,
se quiebran las esquinas de la muerte.
Y con los pies anclados en el suelo,
giro sobre mí mismo
la esencia que a otros sitios me conduce,
lo demás es efímero.
Manuel M. Barcia
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Hace 3 horas
2 comentarios:
Tus palabras fluyen por un mundo de sentimientos.
Leerte siempre es conectar con el centro, Manuel.
Muy bello tu poema.
Un beso dentro de un búho
Ana
Saberte siempre es un abrazo entre la umbría de la luz y tú.
Gracias por expandir mis sueños por el Cosmos, meiga.
Un beso entre los otros, sin reloj.
Manuel
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