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domingo, 28 de febrero de 2010

LAS LUCES PROHIBIDAS



Fui testigo sin voz
del miedo en las heridas

Un voyeur del silencio
donde el viento hace suyas
las nubes que reflejan en suspenso
los abrazos de abril
mientras todo en el cielo se anestesia

Menos los sueños,
que vuelan desde el fondo
con sentido de culpa en mi arrogancia

al despertar la bruma
en la sombra de las luces prohibidas.



Manuel M. Barcia

6 comentarios:

Marian Raméntol dijo...

Otra de tus grandes maravillas. Y lo digo en serio, la serenidad con la que escribes no limita la palabra al sentimiento, la engrandece.

Un besazo
Marian

Unknown dijo...

Enalteces al silencio, Marian.

Me llenan de orgullo tus palabras y me honra tu amistad, querida poeta.

Un beso grande
Manuel

Concha Vidal dijo...

Si mi Prince habla, todo es cierto.
Besos, a tí Marian y tú Manuel, ya puedes estar orgullorso, te lo digo yo, que Marian es mucha Masrian.

Unknown dijo...

Si Concha dixit, el mundo calla!

Gracias mil.

Un beso

Anónimo dijo...

Fui testigo sin voz
del miedo en las heridas


así es, hermoso poema


Marie J.

Manuel dijo...

Me alegra muchísimo que te guste, Marie.

Gracias por venir

Un beso