---
Quise abrir los cerrojos del alma,
mirar quién soy, saber si fuimos sueño,
para determinar
los instantes sombríos,
o aquella luz que hemos sido siempre:
las noches que vendrán, pasión y madrugada.
Era una puerta herida,
cerrándose, como el dolor se cierra,
condenada a ser huella de lo eterno,
ese último umbral de los que aman,
cicatriz sin remedio.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Las campanas católicas", de William Carlos Williams
(Estados Unidos, 1883-1963)
-
Aunque no soy católico
escucho atento cuando las campanas
en la torre de ladrillos amarillos
en la nueva iglesia de ellos
suenan botando las hojas
suenan ...
Hace 7 horas
2 comentarios:
Es bellísima.. dulce... muy dulce..
un saludo... gracias por tu paso por mI Mirada... siempre es agradable recibir nuevos amigos..
Al alma jamás hay que ponerle cerrojos.
Es casi lo único que tenemos libre capaz de escalar incansable...
Un beso.
Publicar un comentario