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jueves, 12 de abril de 2012

EN LO SALVAJE DEL DESEO

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Apenas la pulsión del vientre que se abre;
el instinto perenne que aprisiona
nuestra mitología.

Rehacerte vital
en lo salvaje del deseo,

el placer de los dioses,
huellas de plenitud
y laberinto

... mientras arde la lluvia.





Manuel M. Barcia

4 comentarios:

Marinel dijo...

No hay lluvia capaz de arder sino esa:
La del deseo.
Otro beso.

José Manuel dijo...

El deseo puede llegar a ser todo lo salvaje que queramos, es un torrente que se lleva todo por delante.

Un abrazo

perfecto herrera ramos dijo...

El último verso ¡apoteosico¡

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Todos los poemas son muy bonitos, tienen una extensión perfecta para la vista y los sentidos. Gracias por tu creación, he disfrutado mucho con todos, pero este... ¡este es el mejor!

un saludo