Destino entre los dos es aprender
lo que la vida enseña
soñando con asir la finitud
en la calma de un beso.
En las profundidades de la mar
seremos el colmillo que renuncia
al hambre de la sed, extenuación tan solo
de las huellas de un crimen que tuvo en el amor
un anclaje final,
-temblores de tsunami en tu vientre-
y ese lento dormir de las entrañas
que da forma y color
al tacto que bien sabes estación de luz en movimiento.
mmb
2 comentarios:
vocación de vivir, de amar, se sentir...
un beso
Gracias por estar, Liz.
Un beso.
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