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miércoles, 1 de julio de 2015

Memoria de mil versos y un después








Ya fui anatomía del silencio,
eco de sus pulsiones,
enigma inexplicable en lo real
y un círculo de luz
disipando las sombras
con versos de cautela.

Intenté despertar los sueños que más amo
lejos de los reproches,
sentir mi corazón sin latidos de lucha,
transparentar en él
los tiempos que viví con la noche al compás
de instantes cristalinos.

¿Qué más podría hacer?

Ya no tengo palabras que sepan desoír
los gritos desahuciados del amor
conmigo en sus finales.

Acaso he de investir la soledad
con música de réquiem,
es sorda la canción de su alegría,

casi letra inspirada...



mmb



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