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Está cerca la noche. Y tú ríes.
Asteroides en celo
liberan supernovas de su anclaje
hacia el polvo sideral.
Tengo la luna con ojos humanos,
como brújula en tu norte obstinada,
en la que a veces bajan las estrellas
de la configuración exacta con Plutón
por tu humedad de esqueleto de diosa.
Y tus muslos ebrios, gimen de placer
cómplices del sentido del pecado
en el fuego que devora tu templo
mientras te consumes.
Y antes de resignarte...
el cielo enredará nuestro pasado
con un beso que rompe en otro beso...
Manuel Martínez Barcia
El mar de la noche
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Hay en tu rostro una herida donde las sílabas en calma
se adormecen como barcos sin un mar que los agite.
Riela la lluvia bajo el farol, allí se ref...
Hace 8 horas
2 comentarios:
Belleza en estos versos de placer, cosmos, sentimientos, pecados y decisiones vitales, Manuel.
Todo ello se amalgama en un revoltillo de sensaciones.
Tremendo, eres tremendo con la palabra.
Un besito muy fuerte
Mientras la estrellas se caen
Ana
A veces me imagino como un gorrión aprendiz de volador que busca su pequeña libertad sin más destino que la eterna exaltación de tu razón, como brújula en tu norte obstinada...
Gracias por enseñarme a volar, Ana.
Un beso con espirales de ardor
Manuel
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