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Un deseo enfermizo de apresar lo huído
ése que nos atrapa
en sus latidos con alas en la piel
volando a cualquier hora
en tiempos que no existen
o que siempre sucede aunque te alejes
siguiendo el porvenir de otro misterio
que rija nuestros actos
que es fin para sus fines,
sin ser testigo ni forma en la pulsión,
tan sólo su materia en lejanía
Este soborno alzado a la esperanza
es la danza recíproca del miedo
que baila en su espejismo
cuando sólo refleja la culpa su impotencia
Y nos convierte en sueño,
en seres oníricos
atrapados en pactos del engaño
tan ilusos a veces,
sujetos a la nada prometida;
atados a esos otros,
los insaciables.
Manuel M. Barcia
Pancho Muñoz. Pascua porteña y otros poemas
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*Pascua porteña*
Podrá hoy, abril de 2016, Zappa tocar
"Watermelon in Easter Hay", grabado en vivo en el 88,
con los huesos que le queden de sus manos...
Hace 7 horas
1 comentario:
Me pregunto quién o quiénes son los insaciables.
Bellísimo e intenso poema. Escrito de un modo absolutamente impecable.
Enhorabuena
Un beso insaciable
Ana
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