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He de parir una nueva galaxia,
una imagen que ciegue el abismo de dios
en el paisaje de mis manos sin cuerpo
O bajo el vientre esquivo de la nada
que gira tras las caricias raídas
en el desnudo frío de la ausencia
O sobre aguas que encaucen las orillas
del desierto que crece en tus riberas
O entre mundos, temblando en las estrellas,
en la cima de un tiempo adormecido
que espera despertares de tornado
Pero no basta el inútil desenfreno
de saberme la sed en tu deseo,
ni viento huracanado en los furores
que se queman bajo el fuego en que arden
No importa el germen del amor que no hubo nunca,
ni siquiera la raíz unitaria
donde esconde la vida su semilla
más allá de lo soñado y lo vivido
Porque si yo fui sangre de la tierra,
si he caído desdichado en el barro,
sobre el lodo, tras el sexo quebrado,
Ahora soy árbol talado en su altivez
que retoña en la savia de tu herida
con brazos que se anudan al destino
y ansiosa calentura en mis arterias
Mientras todo en la nada
vuelve a ser lo que era :
Principio y fin.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Bejuco silvestre en invierno", de Geoffrey Hill (Gran
Bretaña, 1932-2016)
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La vieja dicha del viajero aparece,
desnuda,
como una flor de espino
mientras el coche ingresa en la ciudad
entre borrosos pormenores…
Liana silvestre vert...
Hace 6 horas
2 comentarios:
Tu poema es de una belleza absoluta. Hay rabia, hay originalidad y hay todo y nada.
"Parir una nueva galaxia" me parece una imagen genial. Es un acierto poético impresionante.
Todo es nada.
Nada es todo.
Principio es fin.
Fin es principio.
Felicidades
Un beso, amigo poeta
Ana
Fin es principio.
Principio es fin, sí.
Gracias por ser todo en la nada, meiga.
Un beso
Manuel
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