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Agoniza el tiempo exacto en su sudor,
y en la inmóvil ceguera del silencio
duerme el sueño en su ideal.
Gastada la energía
sólo queda el porvenir.
Y en su naturalismo
el fantástico encanto
de aceptar los instantes
con rumbos hipnóticos
en su ávido fluir,
Hacia caóticas generaciones
de avaros pródigos y viceversa,
Que son en su reflejo
una misma realidad,
jugando con la muerte
que anida en las ruinas.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Noche, ciudad y tisis", de Abd al-Wahhab al-Bayati (Iraq,
1926-1999)
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En las noches de muerte y procreación,
la ciudad, en sus fondos,
como una gata negra,
como una madre triste,
sigue alumbrando vidas
en silencio. Sus entrañ...
Hace 4 horas
2 comentarios:
Bello aunque muy triste poema, Manuel.
Un beso
Ana
Sí, el juego al límite siempre desemboca en los umbrales de tristeza, Ana.
Un beso
Manuel
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