*
Ambos fuimos lujuria de otoño y primavera
para vivir eternos
la época dorada con la misma plenitud.
Era un pacto entre los dos,
sin firmas, sin comienzo.
Dos prímulas que crecen
regadas dulcemente por la lluvia
bajo un cielo colmado que solloza
sólo éxtasis de amor.
Y nos hemos unido sin saberlo
con sexo ultramundano
de etéreas mariposas.
Y cuando llueve el sueño
en las noches de luces corrompidas,
te incendias desde el lecho
tras las sombras agnósticas del fuego
que en el viento se mecen
desvelando el misterio del silencio
y gimes.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Pequeña es la montaña Xiaoliang...", de Luruo Diji (China,
1967)
-
Pequeña es la montaña Xiaoliang,
tanto que
al cerrar mis ojos,
toda ella se oscurece
Pequeña es la montaña Xiaoliang,
tanto que mi sola voz
la penetra
al ...
Hace 9 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario