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Soy nota de un acorde incompleto
que viene a socorrernos
pulsando el corazón de tu silencio,
inmerso en nuestra orquesta que amanece.
Ya no tienes poder para ausentarte,
y guardas sin embargo en la frontera
los cantos que anteceden al milagro.
Una misma pasión nos instrumenta
mojados en la piel que compartimos,
rebosante de humedad
la sed en donde beben las entrañas.
Y de pronto surges tú,
la alegría inundada de deseo,
compartida, ansiosa, desbordada,
entonces manas agua enfebrecida,
tus hilos conductores me recorren,
y en el cauce de los dos, sólo espero,
que la lluvia sensorial sea tuya.
Manuel M. Barcia
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Hace 3 horas
5 comentarios:
Un poema muy sensual, Manuel.
Te dejo un beso
Ana
Son cosas de la primavera, meiga.
Gracias por dejar un rastro de azahar entre mis versos.
Un beso
Manuel
Estuvo muy bien... el poema se desliza, como si pasaras las manos sobre las piernas de la música...
Un abrazo.
Gio.
Eso si que es sensual, Gio. Nunca había pensado en los muslos de la música cercados entre manos delicadas...
Un abrazo
Manuel
Manuel:
Muy bello, me gustan los cambios que has realizado en este poema.
Un beso grande
Ana
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