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Nacimos de una estrella en extinción,
en la onda expansiva del silencio,
anocheciendo tal vez,
como luz desorientada
incapaz de alzar su vuelo
Juntos contemplamos
la ceguera del sol,
ingnorante del mundo y sus reflejos,
como la fotosíntesis oscura
en la etnia salvaje
de una supernova
Y mientras, en su cuna de latidos,
la noche se movía en tus entrañas
llevando en balanceo hasta lo eterno
tus ecos y los míos.
Manuel M. Barcia
Lazos de sangre
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En las palpitaciones de la sangre hay ecos invisibles
de antepasados cuyo nombre fue herencia añeja,
el color de la tez, la familiaridad de los iris...
Hace 4 horas
2 comentarios:
El universo conspira para que los amantes se unan en silencio.
No siempre, Manuel, la unión es tangible. Hay muchos tipos de uniones.
Un poema extraordinario, Manuel.
Un besito
Ana
Hay uniones condenadas a ser nudo sin remedio, meiga,incluso más allá de la extinción de la luz.
Un abrazo
Manuel
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