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jueves, 23 de julio de 2009

LA CALMA SE EQUIVOCA

*
Un inmenso desierto nos separa,
sin oleaje, sin altas mareas
que traigan la lluvia a nuestro encuentro

Amé de ti el silencio,
los frágiles designios de la noche
en curvados espejos de la imagen
donde tanto aprendí sobre tu cuerpo

Si todo fuera un sueño,
de un solo movimiento apartaría
la fuerza arrolladora de tus armas
en la paz que ahora tengo

Pero la calma
a veces se equivoca,
la fuga del deseo es un instante,
los sueños nunca huyen,

siempre hay alguien que empuja sus anhelos
y es luz indestructible entre las sombras.



Manuel M. Barcia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"¿Enviaría Dios el maná si no hubiese desesperada hambruna....?"

Unknown dijo...

No sé mucho de Dios, Anónimo, pero el cielo proveerá... supongo.