Creo que dije...
¡Huye ahora que aún estás a tiempo!
o caerás para siempre
en pleno dominio de mi posesión
Aunque lo cierto es que tal vez lo soñé;
o quizá fue un espejismo
de la fantasía de mi seducción,
como una imagen no contemplativa
vuelta hacia dentro
en los ojos de mi almohada desnuda
Tengo que reconocer
que carezco de los medios de control
sobre la vida interior
y las promesas de ciencia futura
Un consuelo es, que después del clímax,
me siento libre de la pesadilla
y resulta también libidinoso...
Manuel M. Barcia
2 comentarios:
Me encanto ese final.
Un laberinto de seducción,te pierdes y te vuelves a encontrar con ella.
Saludos,poeta!
Todos los caminos conducen al encuentro, sí.
Gracias por tu paso, Paloma.
Un beso
Manuel
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