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domingo, 28 de febrero de 2010

EXTINCIONES



Cuando el fuego devora tus entrañas
ríes, lloras, y llueves;
y ardes bajo mí
como vientre abrasado por la luz

para sobrevivir a los delirios
que nos atan a nuestra condición
de animales en celo

y ser sólo un cadáver
que yace en las hogueras de los lobos
cuando aulla la calma.



Manuel M. Barcia

3 comentarios:

Concha Vidal dijo...

Manuel ¿ Por quçe ser sólo un cadaver?
A veces me pregunto cosas sobre los poemas, ya ves, pero sólo el peta sabe lo que dice.
Concha dixit en domingo.

Unknown dijo...

Bueno, pueden ser dos... jaja

Sí, sólo el poeta sabe lo que dice, Concha, pero gracias por ser vida en estos versos.

Un abrazo dominguero.
Manuel

Ana Muela Sopeña dijo...

Excelente, Manuel.

Sé de qué hablas y puedo decir que tu poesía bebe del espíritu de la licantropía más pura y atroz, pero divina al mismo tiempo.

Lobo, espíritu, vampiro, licántropo y ángel a la vez. Todo está contenido en tus versos.


Un beso
Ana