...
Como un diluvio yerto en la quietud,
vapor y piel. Como lágrima insomne,
fluye la sal. Y la imagen de ti
disuelta en la mujer. Espejo en la memoria
que brota por el aire los cauces migratorios
de la luz. Y tras él nuestros sueños
y el deseo, la pulsión rebosante de lo amado,
reflejos que perviven la existencia.
Como un volcán inerte se apaga nuestro amor.
Queda un nudo de sombras salvajes
en la bruma. Y el vértigo inasible del recuerdo
durmiendo en soledad. Queda la noche,
nuestro ardor, la ceniza.
Manuel M. Barcia
El pájaro y la lluvia
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Qué mansedumbre de alas flotando sobre el manantial de la vida.
Lluvia y silencio en las horas de la quietud
cuando el vergel vive entre las nubes ...
Hace 5 horas
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