---
Expía nuestra culpa
en el lento placer de lo que ardemos.
La paz invulnerable
de todo el furor que nos incita,
aguaceros de mí
que surcan derrotados
la lluvia que te sacia
y nuestra comunión
cuando cesen las huellas del diluvio.
Manuel M. Barcia
La sobriedad intelectual
-
La sobriedad espiritual
Es un segundo de inocencia
Descubriendo la intelectualidad
Del grillo que canta por las noches
Noches de luna ll...
Hace 8 horas
2 comentarios:
Enigmaticamente... Precioso.
Me alegra que te guste, Mavi.
Gracias por tu paso.
Publicar un comentario