No fuiste solamente despertar
del ardor sensitivo que puebla la emoción
con símbolos de luz,
fuiste tiempo presente,
a través de mis ojos la energía
que adentra lo jovial de la mujer
por huecos donde yo antes sentí
las grietas de la noche
aojando los sueños de ceniza.
Sé muy bien que dejaste besos en mi almohada,
el primero ecuador que se niega a ser frío
cuando intuye la ausencia de tu boca,
el otro
me persigue,
pretende ser Adagio,
no sabe que ya somos sinfonía,
saliva, labio y lengua de un Vivace.
mmb
4 comentarios:
Adagio... mejor para ciertas cosas...Un texto evocador lleno de bellas imágenes.Muy en su lénea. Besos
Manuel...letras con aroma a bella música romántica.
Recibe mi saludo con cariño
Gracias por venir, Yor.
Un beso.
Debe ser la primavera...
Gracias por tus cálidas palabras, Doris.
Un beso.
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