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Un pájaro sin alas
silba un trino infeliz,
himno de libertad de los sin vuelo.
No hay otros que le canten
su eco estremecido en soledad,
contubernio en la jaula,
latido de alianza en lo perdido,
el sueño entre barrotes
sin luces que abrazar en primavera,
como un vigía ciego.
Manuel M. Barcia
Con las manos sembradas en la espalda
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La celda es un paraíso de sal
donde la muerte amamanta hongos de silencio.
La oscuridad pare gemelos ciegos
y una utopía llora dientes de cristal.
...
Hace 4 horas
2 comentarios:
NO sé qué destacar de este poema.
Escribes muy bien, Manuel, el sentimiento es tuyo.
Concha dixit.
Sin embargo tú lees, y lo vistes de verbo y primavera.
Gracias por ser miel en mi palabra, Concha, contubernio de sed mientras llueve...
Un abrazo
Manuel
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