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Un halo nuclear
circunda el apogeo de la luz
con pájaros de hielo en el ocaso.
Tal vez cuando amanezca
el frío que me asola sea invierno;
y el rojo de estas nubes asesinas
tan sólo pesadilla de calor.
Partículas de muerte me gasean.
En ti siento que vivo
y sueño que no sueño
mi vida en tu existir.
Mas no puedo fingir lo que más quiero;
soñarte limpia y plena,
una Gaia feliz, sin destructores;
causantes sin por qué de sus heridas,
mutantes de reptiles,
suicidas sin materia,
cadáveres que sangran un diluvio de sal
mientras llueve plutonio
de un cielo con fulgor de irrealidad.
Manuel M. Barcia
Con las manos sembradas en la espalda
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La celda es un paraíso de sal
donde la muerte amamanta hongos de silencio.
La oscuridad pare gemelos ciegos
y una utopía llora dientes de cristal.
...
Hace 4 horas
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