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De repente fluyó,
la música sonando en nuestra piel.
Y un arpegio silente nos cubría
con luz de amanecer,
del temblor, complaciente.
Manuel M. Barcia
La mirada del poema
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Aún se percibe la llama juvenil que acecha el día,
y eres el pájaro del sueño, la fe del iluso que hace
añicos lo real con el fusil de la palabra, e...
Hace 13 horas
2 comentarios:
PRECIOSO,muy.
elsa
No encuentro palabras, sólo mi agradecimiento sincero.
Manuel
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