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Tras las siete cartas a las Iglesias,
los siete sellos, las siete trompetas
y las siete visiones de la Mujer
en su efimero combate con Dragón.
Y las siete copas; los siete cuadros
sobre la caída de Babilonia,
y por fin, las siete visiones del fin...
Presenciando el ocaso de los tiempos
fue el sol ciego testigo
del Apocalipsis y su reflejo
que herrumbó el corazón de los metales.
El coraje y la razón
son polos de la historia y de la vida,
y se niegan uno al otro en su imán
al oficio de vivir.
Los sueños simbolizan lo infinito
en la neoversión de los enigmas,
y eliminan los detalles triviales
de las siete esotéricas visiones,
donde lo sagrado no causa efecto
al destino de herencia milenaria
agrietado en la sed de las palabras.
Y si el amor es sólo un infortunio
a galope de los siete jinetes...
La lluvia sola basta
antes de que se reinvente la gloria.
Manuel Martínez Barcia
No consigo pronunciar tu nombre
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Te daré la lluvia tomada entre mis manos para que moje
el tibio reflejo de tu piel. Vendrá el ruiseñor con la voz
tierna de un pájaro herido por los...
Hace 11 minutos
2 comentarios:
Belleza y simbolismo en este poema en el que número siete preside la travesía.
Un poema para leer muchas veces y reflexionar sobre su mensaje encriptado.
Enhorabuena
Un beso encima del iceberg
Ana
Emerge tu palabra de la lluvia cuando cesa la fiebre y se aleja el invierno con su revuelo de muerte.
Siete veces siete agradecido por tu palabra, Ana.
Un beso en los vórtices del hielo.
Manuel
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