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En el saldo final de los instantes,
la memoria es un reloj imperfecto
del tiempo que fue vida de las horas.
Y cuando ya el olvido se hace fuerte,
aún queda tu recuerdo
latiendo en un suicidio de obediencia,
preñado de silencio,
esa sombra quebrada que existe en el vientre de un poema.
Y sin embargo, nos ata lo eterno,
la fórmula secreta del mágico misterio
que reside en el futuro ignorado,
perdido en los hipnóticos espacios
que escribo en mis páginas de sueño,
y somos como lágrimas de lluvia
en las sales silábicas de un verso.
Manuel Martínez Barcia
Hace 6 horas
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2 comentarios:
Leo tu páginas de sueño y no sé si esto es realidad o es ficción. Quizás, Manuel, eso es la bueno de la Poesía que nos permite integrar dentro de nosotros mismos lo real y lo deseado o soñado...
Nunca sabemos cuándo vendrán los cambios en nuestras vidas. A veces los cambios vienen desde la voluntad, pero la mayor parte de las veces se producen de un modo caótico, fortuito, casi en un azar alucinante que no comprendemos. Es el destino o es el azar o quizás es otra cosa.
Me encantó leerte, Manuel
Un beso en tus páginas
Ana
Tras las noches de insomnio, siempre queda prisionera la memoria en las páginas de sueño.
Y en sus huellas de ficción, la realidad ilumina la soledad de los destinos.
Me gusta tu palabra en las páginas de sueño, Ana.
Un beso casual en un azar alucinante.
Manuel
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