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Tú sabrías pronunciar la eternidad
en los sonoros ecos de la noche
donde todo se llena de nostalgia
cuando es vaho el espejo que no habla.
Tú, telón que desciende,
memoria de la ausencia
que en tiempo inmemorial siempre se esconde
refugiando a las almas en su sombra,
entre esa oscuridad
donde yo soy amante del olvido.
Caída la emoción
que fue lugar de huida
no sé cual es mi sitio,
tampoco sé muy bien si amanezco
o si es la soledad a quien espero.
Cambia la realidad,
Yo dormía en la vida, yo soñaba
en torno a mí mismo,
como un sucida insomne
en la densa materia del silencio
que a ti me conducía desde adentro.
Sin embargo vislumbro atardeceres,
despidiendo la época del sueño...
Manuel M. Barcia
El deslumbramiento
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El canto en las arterias que agita la sangre
con melodías que bullen
como ángeles festivos
por el andén de mi cuerpo.
Un ardor de llama en la lu...
Hace 5 horas
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