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Hoy el fuego atraviesa la muerte con sus sombras heridas en mi llanto, olvidando que fue embrujo, en el que amaron mis pensamientos la imagen de los sueños y sus llamas infinitas en la noche de los tiempos.
Está dispuesto el humo y no hay palabras en la nieve de este olvido.
Ahora el fuego duerme en su oscura materia de ceniza, y se apaga más allá del silencio que lo extingue en su lecho vacío.
Manuel M. Barcia
El deslumbramiento
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El canto en las arterias que agita la sangre
con melodías que bullen
como ángeles festivos
por el andén de mi cuerpo.
Un ardor de llama en la lu...
Hace 5 horas
2 comentarios:
Un bellisimo poema Manuel con una carga emotiva desde la tristeza, dejas imágenes espectaculares, tus versos cada dia vuelan mas altos
Un abrazo
Stella
Gracias por dejar tus huellas en este fuego extinguido, Stella.
Un abrazo
Manuel
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