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sábado, 16 de enero de 2010

MEDITERRÁNEAMENTE AMADO



Abrazos de la sed nos acompañan,
cada uno en su sitio,
para ser poseedores
del prodigio fluyente entre nosotros

En tu esencia navegan mis anhelos,
mi alma puesta al viento,
la brújula del ser a la deriva

Llevas dentro de ti
la lluvia de mi sangre y un poema.
Recítalo en silencio,
ensueñalo con agua de quimeras,

y en la luz de la luna.


Manuel M. Barcia

2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Qué bello, Manuel.

Un beso enorme
Ana

Unknown dijo...

Gracias por tu abrazo de mar, meiga.

Un beso
Manuel