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Es mágica tu luz,
el origen del fuego
testigo de pasiones legendarias.
Y yo neutro en mi sombra
observo amaneceres hacia el sur
mientras se alza la diosa
en el pulso del viento.
Mi alma duerme,
te sueña,
y en su raíz, existes todavía.
Manuel M. Barcia
La eternidad de la espera
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Vendrá, tal vez, el orden que no vi desde la honda
profusión de los gestos inmóviles, llegará el aire
limpio o el humo que calcina el rubor de la ni...
Hace 1 hora
5 comentarios:
Si,fuego eterno, que al igual que su opuesto, el agua,son navajas de dos filos o moneda de dos caras.
Gracias por hacernos la vida más amable con sus poemas.
Alba.
Precioso, Manuel.
Te dejo un abrazo de meiga
Ana
Manuel:
Vengo a leer de nuevo estos versos. Maravillosos.
Un beso de meiga
Ana
Gracias por tan hermoso regalo, Alba.
Un abrazo
Tu presencia me alegra por partida doble, Ana.
Gracias por estar.
Un beso
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