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¿Cómo huir de la espera
cuando el tiempo es reloj,
dragón sobre mi pulso
y el infierno palpable del latido que muere?
Este rezo de mí
que culpa sin plegarias...
Esta noche mestiza de cíclicos instantes paralelos,
vivir y desazón,
lo que aprieta la sangre y me ahonda,
sur y norte sin brújula ni pena.
Amar no está de moda,
tampoco el desamor,
solo escribo las páginas de luz
silentes, sin materia,
reinventando cristales en la sombra.
Manuel M. Barcia
Miradas cruzadas
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Había un cruce de miradas
cada vez que nos veíamos.
En las calles de Coruña,
en el tren que nos llevaba a Santiago
-nuestro común lugar de estudi...
Hace 42 minutos
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