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Busco en lo primitivo los símbolos
que reflejan los ritos de las almas salvajes
con ecos del trasmundo en que se apresan.
Desciendo hasta el pasado que no existe,
contemplo su altivez entre ruinas,
tan lejos de la gloria en que se pudre
el augurio del tiempo ya extinguido.
Destierro a su frontera sin cristales
al fulgor y su sombra,
para cerrar la noche en su memoria
y honrar tras el espejo a los recuerdos,
mientras duermen los sueños
en la patria furtiva de la nada.
Pero no hay más que rostros invisibles
que observan en sus males
los cultos legendarios del ruego a lo imposible.
Se cierne el laberinto en que me encuentro
de espaldas al futuro.
Quizá fuera su luz negrura,
o miedo,
y es humo este delirio que alimenta
la voz de unas palabras confundidas.
Manuel M. Barcia
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Hace 1 hora
3 comentarios:
Belleza y misterio, Manuel.
Te dejo un beso de lluvia
Ana
Críptico mensaje del delirio, meiga.
Gracias por tu luz.
Un beso de sueño.
Manuel
Me gusta mucho el grado de sensibilidad y profundidad que están adquiriendo tus poemas, Manuel.
Realmente es espectacular tu poética.
Un beso de nube
Ana
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