Desnudo en el osario del tiempo,
encuentro un paralelo
entre mí y los casi mil poemas
que habitan camuflados en mis sueños
Soñar es una suma de sucesos
convencidos del oficio de vivir,
presagios repentinos del misterio
en contragolpes de luz
En su sombra se aprehende la calma
que anida en este umbral de soledades,
para sentir su vuelo,
para tañir la música en silencio
y domir su destino en las palabras
Pero, ¿dónde ha quedado mi alma?...
Para tal sentimiento sin respuesta
que guarda en el pasado su secreto,
no debo preguntar sin permitirme
ser eco de mí mismo cuando callo.
Manuel M. Barcia
2 comentarios:
El alma, ah....difícil respuesta.
Me encantó este poema reflexivo.
Un beso
Ana
Sí, difícil respuesta, meiga, aunque tengo una sospecha relativa a su paredero...
Gracias por venir.
Un beso
Manuel
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