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lunes, 4 de enero de 2010

FLUYENDO DE LA SED



He dispuesto la lluvia
con lágrimas suaves,
para aliviar la sequía
del espacio vacío
que late despoblado
sin fuego
sin rocío
ni grietas de humedales
en tus labios cerrados

Y apacento el deseo
en tu pasto mojado
lamiendo la dulzura
de fértiles diluvios

Es como si nacieras
de tibios manantiales,
tal vez acariciada,
fluyendo levemente
del agua incontenible
que desemboca la sed
con ríos incesantes
que riegan la cubierta de lo amado.



Manuel M. Barcia

4 comentarios:

Marian Raméntol dijo...

Me encanta pasar por aquí y comprobar que el buen sabor de boca siempre se aloja en la garganta.

Un abrazo
Marian

Unknown dijo...

Qué precioso regalo de Reyes, Marian.

Gracias por ser agua en la sed.

Un abrazo
Manuel

palomagrace dijo...

Este poema me encanta.Es delicado y va suave como agua profunda y mansa.

Saludos,poeta.

Unknown dijo...

Gracias por soñar las realidades de la sed, Paloma.

Un abrazo grande.
Manuel