Si pudiera decirte
que eres patria y razón por la que amo,
ojiba de la luz
nupcia de sed y agua
incendio en el glaciar
frontera transparente al infinito
acíbar en mi ausencia
arrebato, placer insospechado
azahar y madreselva
los labios de mi carne
la última estación nunca llegada
aventura en mi piel
caricia, primavera
el éxtasis del vientre en el que lluevo,
recreo del delirio
que ilumina tus secos humedales
con temblores de fuego
latiendo en el encierro enfebrecido
la útima explosión de las ofrendas
Si pudiera, amor mío, si pudiera,
henchido de tu cuerpo moriría...
Manuel M. Barcia
4 comentarios:
Esplendido, Manuel, un gran poema, con un final lleno de pasión y amor incontenible.
Un abrazo, amigo mío.
Me alegra mucho que te gusten estos versos, Perfecto.
Muchas gracias por tu amable comentario.
Un abrazo
Manuel
Es virgen, un poema virgen, inmaculado.
Por eso lo comento, y porque es hermoso, claro.
Concha dixit.
... y salvaje, como el mar.
Gracias por tu preciosa huella, Concha.
Un beso
Manuel
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