*
¿A dónde van los sueños
cuando nadie cabalga en su montura?
¿Quién rige los designios de la noche
en tiempo de inconsciencia
con tanto espejo suelto por las sombras?
En algún lugar pacerá su soledumbre,
sonriente o perezosa.
Unos duendes anónimos
murmuran adjetivos de silencio
mientras callan los pájaros del cielo
Bajo el palio sin techo
donde la calma se está celebrando,
una larga cadena de recuerdos
desatan de su nudo a la memoria
Por el hueco sin luz que le acompaña
amanece con vértigo el deseo,
y abre el sueño las puertas de su nombre
con vírgenes cautivas en los brazos,
vencido en la nostalgia de su carne.
Manuel M. Barcia
La casa
-
Hoy visitamos la casa
en la que vivió tu madre
siendo niña.
Otra ciudad, otro mundo.
Está en una calle de la zona antigua,
muy deteriorada por ...
Hace 3 horas
2 comentarios:
Manuel, dios mío, qué bien escribes.
Te leo este primer domingo de agosto.
Sencillamente sensacional.
Un beso soñador
Ana
Me alegra que te gusten estos versos, meiga.
Gracias por compartir en el estío.
Un beso
Manuel
Publicar un comentario