Agoniza el éxtasis
y la nada reclama su tributo
en la sed del más allá, donde los girasoles
contemplan el silencio de la noche
en un erial sin tumba.
Manuel M. Barcia
En el acantilado del tiempo.
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En la inminencia de no ser
código fiel
a tu geometría;
un roce suspendido
en el límite de la forma,
un naufragio de labios
en el territor...
Hace 1 hora
2 comentarios:
Un poema breve exquisito, lo sabes.
Cada día tu pluma crece más...
Un beso soñador
Ana
Sólo sé,... que hay girasoles ciegos cuando la noche se enciende...
Gracias por estar, meiga.
Un beso de sueño
Manuel
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