Agoniza el éxtasis
y la nada reclama su tributo
en la sed del más allá, donde los girasoles
contemplan el silencio de la noche
en un erial sin tumba.
Manuel M. Barcia
La buhardilla
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Solo tiene de inquilina a la memoria, bajo los listones curvos,
hogar de la carcoma, el arcón reluce con el cenit del mediodía
cuando al ventanuco l...
Hace 48 minutos
2 comentarios:
Un poema breve exquisito, lo sabes.
Cada día tu pluma crece más...
Un beso soñador
Ana
Sólo sé,... que hay girasoles ciegos cuando la noche se enciende...
Gracias por estar, meiga.
Un beso de sueño
Manuel
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