Varado y aún sonámbulo en tu piel,
un tiempo de quietud, nuncio de muerte,
proclama el eco donde se hace fuerte
el grito que jalea, luna y miel
Sellamos nuestra unión: tinta y Babel
dispuesta por los hados y la suerte,
acaso bendecida para verte
desnuda en compañia del papel.
De nudos laberínticos y fuego
ataste los orígenes del hombre
a luz resplandeciente de certeza
Y fuiste la raíz de un nuevo juego
llenando de alboroto con tu nombre
mis sueños insondables de belleza.
Manuel M. Barcia
En el acantilado del tiempo.
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En la inminencia de no ser
código fiel
a tu geometría;
un roce suspendido
en el límite de la forma,
un naufragio de labios
en el territor...
Hace 3 horas
2 comentarios:
Genial soneto, Manuel.
Un beso de lluvia
Ana
Siempre eres tremendamente generosa con mis letras, Ana.
Gracias por leer y escribir.
Un beso
Manuel
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