Huye el alma quebrantada y regresa
con mudas cicatrices de silencio
en piel de cremallera
Y vaga entre los ojos de la noche
reinventando la luz en el exilio,
donde a solas mi sombra me contempla,
peregrina de mí,
mirando somnolienta mis heridas.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "El gallo ronco 4", de Carlos Latorre (Argentina, 1916-1980)
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Ningún plasma revelará su secreto de nido de escorpión, y cuando yo pienso,
hay criaturas condenadas a morir. Sin embargo nadie puede pedirle a un
hombre...
Hace 12 horas
2 comentarios:
Maravilloso poema, Manuel.
No dejes nunca dormir a tu pluma.
Necesito que sigas escribiendo.
Una meiga de sueño
Beso soñador
Ana
Gracias por tu ánimo, meiga.
Soy prisión en las páginas que escriben desstellos de locura sin saberlo en mi memoria.
Y tú eres libertad en mis delirios.
No, no dejaré que la pluma descanse.
Un loco soñador
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