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Esta noche me otorgas un presente:
Mi voz acallarás con el silencio
cuando sea el instinto soledad
y yo sólo pulsión de los poetas muertos.
¿En qué oídos anónimos y mentes
podré ser fin de algo
si tu eco me aísla,
se alza como un muro entre nosotros?
Hueles a tiempo antiguo,
a edades que perviven el mísero dolor
que clava hondamente en las entrañas
el lento consumir de los amantes
cuando el fuego se inmerge bajo niebla.
Solamente idolatras imágenes oscuras.
El último estertor de la palabra
reclama un alfabeto de belleza
que la aleje de ti,
metáforas de luz si arde la luna,
el don de zaherirte si me rozas
y curar mis heridas con versos elevados
allende tu brutal cacofonía del otoño.
Manuel M. Barcia
El deslumbramiento
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El canto en las arterias que agita la sangre
con melodías que bullen
como ángeles festivos
por el andén de mi cuerpo.
Un ardor de llama en la lu...
Hace 30 minutos
2 comentarios:
Me ha encantado tu poema, pero el título me ha llevado hasta un lugar mágico, qué quieres que te diga!
Gracias por tu poesía Manuel.
Gracias por tu impronta de luz, Marisa.
Un beso
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