Navego a barlovento,
sobre el húmedo rumor de las olas
que inundan de esperanza el horizonte.
Y permanezco inmóvil en la nada,
o tal vez
pongo rumbo a lo eterno
aunque no exista.
Guíame, mar, al compás de las rutas
que sólo tú conoces.
Sé del tiempo desnuda marejada,
pulsión habilitada en mi destino.
Yo soy viajero anclado en tu misterio,
acaso luz de luna en la borrasca,
o nauta de tu brisa.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Antepasados", de Edmund Blunden (Gran Bretaña, 1896-1974)
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Anduvieron aquí, con sayo y con cayado,
trabajaron al sol, tendiéronse en la sombra;
del lecho del arroyo quitaron aquí el limo,
aquí limpió su hacha los c...
Hace 5 horas
2 comentarios:
Genial petición al mar, Manuel.
Un beso de sueño
Ana
Gracias por navegar en este mar de sensaciones, meiga.
Un beso de mar
Manuel
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