Existe una isla virgen
de la que oí hablar entre mareas,
donde las aguas fingen hedonismo
cuando el mar desemboca en su silencio,
para entregar los siglos de pasiones
que otorga una medusa en transparencia
rezumando las sales lujuriosas
en la vulva de sus playas
Y en los volcanes del sur
el magma se desborda placentero.
Manuel M. Barcia
Mi compañera, la mosca
-
Entró por la ventana
y descubrió su hogar.
Un hogar que en realidad
no es el suyo.
Vuela incansable
con un zumbido atroz
que da como grima.
V...
Hace 4 horas
2 comentarios:
Un poema muy sensual, Manuel.
Un abrazo marino
Ana
Me gusta ver tus huellas en la erótica del mar, meiga.
Gracias por tu paso
Un beso
Manuel
Publicar un comentario