Mientras beben mi sangre las palabras,
sacudo la zozobra de la mente
que busca los enigmas del soneto
allí codificados sin materia
Recito con plegarias dos cuartetos;
Si vienen ocho versos por el aire,
quizá ya los tercetos no suspiren
con ruegos de esperanza sobre el mármol
Los fines perseguidos por mi mano,
no son ganar lo eterno bajo el cielo,
ni siquiera ser mártir sin condena
Quisiera completar, a mi albedrío,
catorce hilaturas que se tejen
cosiéndole sus últimas puntadas.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Casa de los huesos", de Prisca Agustoni (Suiza, 1975)
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*1.*
esta escritura que dice y llena
el vacío de las noches en que tantas estrellas
y diferentes lenguas no traducen
lo que cuenta lo que de verdad importa...
Hace 4 horas
2 comentarios:
Hermoso soneto blanco, Manuel.
Me encantó
Un beso en verso blanco
Ana
Me alegra tu presencia en esta fábrica textil.
Un beso de hilo blanco
Manuel
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