El tiempo del crepúsculo asemeja tus sueños y los míos
al aullido de un lobo cuando calla el silencio,
trayendo transparencias de locura
donde yace lo eterno tumbado en tus lamentos
Allí, la ofrenda fértil, incesante,
alumbra todavía delirios virginales
y espasmos delicados en tu vientre
Después de medianoche,
un cráter de luna nos contempla
con lava incandescente en su mirada,
y se va. Sin salir de nuestro cielo,
donde su sombra es la luz
que agranda la memoria de los sueños
con el magma licuado que nos moja.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Preludio", de Angela Kosta (Albania, 1973)
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De rodillas en la oscuridad,
roto bajo un refugio para indigentes,
compañero de tormenta al aire libre,
sin estrellas, sin luna
inmerso en el barro
lleno d...
Hace 5 horas
2 comentarios:
Qué bien escribes, Manuel.
Un dulce beso
Ana
Viniendo el comentario de ti, más que un elogio, es un premio, meiga.
Gracias por tu alta consideración a mis palabras.
Un beso
Manuel
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