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sábado, 15 de agosto de 2009

NIDO DE ESCORPIÓN

Volviste a socavar los promontorios
del hueco impenetrable del recuerdo
en un leve descuido de mi sombra

Inútil sobornar a la memoria
con aromas de almizcle que seducen
amores apresados por el tiempo
en un nido de escorpión

¿Por qué esa eterna búsqueda de lechos
con sábanas de acero
que juntos compartimos sin caricias,
sin vibrar de colchones y vientres tan lejanos?

Consumida la imagen de los rostros que mueren,
sólo quedan presencias acalladas
de labios retorcidos de silencio
que alguien habrá roto en el espejo.



Manuel M. Barcia

2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Excepcional, Manuel.

Un beso de mar
Ana

Manuel dijo...

Me alegra mucho que te guste este poema, Ana.

Gracias por tu paso


Un beso de sur
Manuel