Varado y aún sonámbulo en tu piel,
un tiempo de quietud, nuncio de muerte,
proclama el eco donde se hace fuerte
el grito que jalea, luna y miel
Sellamos nuestra unión: tinta y Babel
dispuesta por los hados y la suerte,
acaso bendecida para verte
desnuda en compañia del papel.
De nudos laberínticos y fuego
ataste los orígenes del hombre
a luz resplandeciente de certeza
Y fuiste la raíz de un nuevo juego
llenando de alboroto con tu nombre
mis sueños insondables de belleza.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "Si lo amara como una rosa y él fuera una golondrina", de
Zabya Khamis al-Muslimani (Emiratos Árabes Unidos, 1958)
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Hombre, te amo
y casi te odio.
Eres deseo del día
y yo noche sin ocaso.
Mi sangre te busca
como la tierra.
¿Qué le digo al cuerpo,
que sueña contigo así
co...
Hace 10 horas
2 comentarios:
Genial soneto, Manuel.
Un beso de lluvia
Ana
Siempre eres tremendamente generosa con mis letras, Ana.
Gracias por leer y escribir.
Un beso
Manuel
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