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jueves, 25 de noviembre de 2010

SONATA POST MORTEM



No hay notas que instrumenten cuanto tuve,
cuando todo el sonido era armonía
y caricia del pulso de un arpa en mi universo

La música se oculta
detrás del diapasón
que hace oídos sordos
cuando vibran mis gritos inaudibles
los ecos del ayer con desafino

¿ Y todo este ruido para qué?...

Es muda la respuesta del silencio
cuando en el ataúd
tan sólo es resonancia la madera,

barroco de la caja en que se pudre
el plectro de mi alma,

para ser del amor, renacimiento.



Manuel M. Barcia

2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Sucede que a veces la vida es transmutación alquímica de la conciencia y hay etapas que se parecen a la muerte, pero después de la muerte viene de nuevo el renacimiento...

Espléndido poema, Manuel.

Un beso enorme a tu corazón de esteta
Ana

Unknown dijo...

Gracias por tu hechizo de resucitación, meiga.

Un beso
Manuel