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Érase una vez...
No!. Mejor describir
la hermosa realidad de conocerte,
aunque parezca un increíble cuento
y en el fondo lo sea.
Porque nada es ficción
mientras leo en tus ojos mi mirada
y todo es verdiazul,
incluso la armonía de las olas
que pintan el rubor de nuestra piel
cuando el mar nos contempla,
allí donde los sueños se suceden
en múltiples escenas sin final,
el puerto de la luz, donde siempre amaneces.
Diríase que hablo del amor,
de aquello que sentimos
y expresa sin palabras la emoción.
Pero hablo de océanos varados,
como la inmensidad de tu silencio
cuando bañas el mundo de sombras e interior
y sólo una lágrima entremezcla
tus risas y las mías.
Y bebo unos labios que no existen
después de haberte ido...
Manuel M. Barcia
El deslumbramiento
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El canto en las arterias que agita la sangre
con melodías que bullen
como ángeles festivos
por el andén de mi cuerpo.
Un ardor de llama en la lu...
Hace 3 horas
2 comentarios:
Siempre me han fascinado los cuentos.
Por eso me hice o nací, cuentacuentos.
Este, lo aportaré a las almas tristes, a las que perdieron la iusión. Les hará ver que aunque los otoños lleguen y caduquen las hojas, siempre vuelve otra primavera.
Concha dixit.
(Ah, el poema me ha impresionado, que no te lo he dicho)
Lédome rapaciña!!
(Así es como expresaban mis ancestros su alegría)
Gracias por venir, Concha.
Un beso
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