Dictado por la noche,
viaja el fuego en crepúsculos de nieve.
Es tan sólo el paisaje del invierno
arbolado en las sombras de sus llamas
A tientas en lo oscuro que fluía,
dos formas misteriosas sin sustento en su raíz
emergen de la bruma
Eran pájaros de luz,
traían en sus alas las claves del enigma,
los signos del silencio
de aquello que allí existe y nunca vemos
Luego llegaron
miradas invisibles,
caricias en mi piel hecha de sueños,
y besos que traspasan laberintos,
y estrellas que se apagan y se encienden
en tu cuerpo de diosa.
Manuel M. Barcia
Alica Walker. El árbol de la vida ha caído
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*El árbol de la vida ha caído*
El árbol de la vida
ha caído sobre mi pequeña casa.
¡Pensaba que era mucho más grande!
Pero no lo es.
Allá a lo lejos veo l...
Hace 1 minuto
2 comentarios:
Excepcional poema, Manuel.
Estos versos son de luz y alimentan el espíritu.
Un abrazo
Ana
Me gusta saber que emerges de la bruma como un pájaro de luz, meiga.
Gracias por venir.
Un beso
Manuel
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