Navego a barlovento,
sobre el húmedo rumor de las olas
que inundan de esperanza el horizonte.
Y permanezco inmóvil en la nada,
o tal vez
pongo rumbo a lo eterno
aunque no exista.
Guíame, mar, al compás de las rutas
que sólo tú conoces.
Sé del tiempo desnuda marejada,
pulsión habilitada en mi destino.
Yo soy viajero anclado en tu misterio,
acaso luz de luna en la borrasca,
o nauta de tu brisa.
Manuel M. Barcia
Si alguna vez te vuelvo a ver
-
Un saludo y nada más.
Después de tantos años qué decirse.
Para qué revolver las cenizas.
Eso ocurrirá un día cualquiera
cuando nos crucemos en ...
Hace 4 horas
2 comentarios:
Genial petición al mar, Manuel.
Un beso de sueño
Ana
Gracias por navegar en este mar de sensaciones, meiga.
Un beso de mar
Manuel
Publicar un comentario