La noche es el oráculo del miedo
Del tiemp0 aletargadas
se escuchan las pisadas del silencio
Sólo yo contemplando las horas que se abisman
y son escalofrío en Pangea
Soy único testigo de aquel tiempo,
señal inextinguible de la historia
y olor a dinosaurio
que aún duerme en el sueño que me bebe.
Manuel M. Barcia
Poema del día: "En Quevedo", de Ida Vitale (Uruguay, 1923)
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Un día
se sube del polo al ecuador
se baja
de los plumones de paraíso
a la arte...
Hace 9 horas
2 comentarios:
Los dinasaurios atacan, Manuel.
Y no podemos defendernos de ellos.
Pero sí podemos alejarlos en un sueño o acercarlos en la bruma del silencio.
Un beso
Ana
También podemos escondernos en los bosques interiores de la luz...
Gracias por tus palabras, meiga.
Un beso
Manuel
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