Preñada por tahúres del tarot,
la magia tomó cuerpo de mujer,
cubriendo con el
Velo, en ocasiones,
aquello que separa
a modo de tamiz,
la belleza exterior y lo interior.
Y fue la
Emperatriz de los arcanos.
Discípula y
Diablo,
Ombligo,
Desnudez y
Calavera,
Nube,
Sacerdotisa,
Tumba y
Piedra.
Marcó la sexta carta
con las plumas de un ave
- para ser en la
Flecha -
expresión del hechizo que sufre la existencia
cuando tiempos ignotos
preceden al futuro.
Fue génesis de luz
y géminis del éter en su vientre,
imagen de la lluvia
y viento de ondulada cabellera
con embrujos de fuego.
Y ardió en el corazón
de un hombre, tan iluso,
que la creía,
Mientras la gran
Estrellaviajaba sin destino
impulsos que generan la materia
de un mundo a ras de cielo
... cautiva de la nada.
Manuel M. Barcia
2 comentarios:
Un viaje a través de los arcanos mayores hermoso. Tu poesía ha sabido transmitir lo mejor de la tradición poética y lo mejor de la tradición hermética.
Alquimia, conciencia y simbolismo en tu hermoso poema con palabras clave que me hacen cavilar en el insomnio.
Gracias
Aplausos
Un abrazo desde la poesía y el misterio
Ana
Un abrazo esotérico de sueños y secretos, meiga.
Me alegra enormemente que te guste este poema.
Un beso
Manuel
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